Relacionado
-
Caminata por la Comunidad 2017 (10/1/2017)
-
Mes de la Herencia Hispana (bilingual) (9/1/2017)
-
De Regreso a Clases ''Back to School 2017'' (7/13/2017)
Por: Arkansas en Español
Para los niños en la escuela primaria, la lectura comienza como una aventura ya sea de fantasía o realidad, que se vuelve más significativa cuando se la integra con vivencias personales. Cuando los niños leen, no sólo que aumentan su vocabulario, sino que son capaces de sacar conclusiones, hacer predicciones, dar opiniones, hacer comparaciones, y más estrategias de aprendizaje.
Desafortunadamente hay un criterio bastante generalizado de que las familias hispanas no le dan a la lectura la importancia que ésta tiene. Es una realidad que aunque no la quisiéramos aceptar, es cierta. Necesitamos hacer conciencia entre los padres de familia latinos sobre la importancia de sentarse con sus hijos y leer.
Si los padres no conocen estrategias para sacar provecho de la lectura, por lo menos el hecho de que sus hijos lean en voz alta y luego los padres les hagan preguntas sobre lo que ha leído, es la principal estrategia y una actividad que cualquier padre la puede hacer.
Otra alternativa para los padres es la de llevar a sus hijos en forma continua a la biblioteca, en donde siempre encontrará programas de lectura para los pequeños. Por medio de esta experiencia los padres aprenderán una manera correcta de dirigir y guiar la lectura con sus hijos.
Los niños tienen su rutina de lectura en la escuela, pero si ésta no es consistente en la casa, el niño no va a dar a la lectura el valor real que tiene como el medio esencial para su éxito escolar.
Lo mejor de la lectura es la variedad de recursos disponibles para los niños en los Estados Unidos. Las escuelas de California proporcionan a los estudiantes el material de lectura para esta actividad en la casa. Igualmente las bibliotecas públicas permiten que los niños y jóvenes puedan llevar a su casa un buen número de libros por un período de tiempo determinado y aún renovarlo de ser necesario.
No hay excusa para no leer en casa, pues además de cumplir con esta valiosa estrategia de aprendizaje, es una oportunidad para que la familia se reúna y aproveche este tiempo para compartir los éxitos y los fracasos de cada miembro de la familia, ya sea en su escuela o en su trabajo.